Como guitarrista eléctrico de los años 80, si querías tocar acústico en el escenario, había pocas opciones disponibles. En 1987, Yamaha fabricó la primera guitarra acústica que podía sacarse de un soporte para guitarra, enchufarse y tocarse a volumen, sin problemas; No más aullidos, micrófonos fuera de lugar o temidas pruebas de sonido prolongadas. El último APX600 cuenta con una pastilla piezoeléctrica única, el transductor SRT patentado por Yamaha incluido en la aclamada gama de la Serie A, un tono natural y el rechazo de retroalimentación y el sonido fácil de mezclar que anhelan los guitarristas. Aunque su estilo ha evolucionado, la esencia del APX sigue siendo la misma. Hoy en día, cuenta con un aspecto más natural, un cuerpo más profundo para una mejor respuesta de graves y mayor volumen, y un nuevo patrón de refuerzo no festoneado para un tono dinámico y receptivo.